Todo el leviatán ultra catalán en pie contra un niño
El niño de Canet resiste la coacción: sigue yendo al colegio y su familia está «firme y serena»
Sánchez niega al niño de Canet la comisión de delitos de odio que sí permitió por una agresión homófoba ‘fake’
El separatismo impone su espiral del silencio en Canet de Mar: «No hubo acoso al niño… ni quiero creerlo»
Los separatistas identifican a la familia de Canet para fomentar su linchamiento
Tras la sentencia judicial a favor, el Gobierno de la nación llamado manifiestamente a andanas (al menos, hasta el momento de escribir este artículo) ante el desafío que supone el acoso ultra nacionalista/secesionista de Cataluña contra un niño de cinco años (Canet de Mar) que desea tener su 25% de clases en castellano amparado por la justicia.
Es difícil concebir más fascismo, más antieuropeísmo, más quebramiento de las libertades que ver al poder gubernamental catalán tratando de someter a distintos guetos a una familia que no está dispuesta a escolarizar a su hijo en una lengua que no desean en su totalidad.
Un tal González, conseller de Educación del Gobierno autónomo, lejos de respetar la legalidad, excita el ánimo de su pupilada para que amedrenten a dicha familia y de paso tomen nota aquellos otros que están dispuestos a cobijarse bajo el Estado de Derecho. ¿Esto es lo que entienden por democracia? Y eso que todavía no son independientes… Ni imaginar quiero qué perpetrarán si tuvieran alguna posibilidad de conseguir su objetivo.
Europa no puede tolerar, bajo ningún concepto, estas tropelías que recuerdan en demasía cuando los sudistas de Alabama (segregacionistas) intentaron que los estudiantes negros Vivian Malone y James Hood no pudieran entrar en la universidad de su Estado. Allí estaba el racista gobernador George Wallace a la puerta del recinto universitario tratando de impedirlo. Tuvo que franquearles la entrada la Guardia Nacional tras orden ejecutiva de la Casa Blanca. Y, antes, la niña Ruby Brigdes (Nueva Orleans, 1960) protegida por el FBI cada vez que iba a la escuela. Aquí, ni están ni se les espera los Mossos que dependen del Govern, ni la Policía Nacional que está bajo las órdenes de Sánchez.
¿Podrán estos liberticidas pronunciar siquiera la palabra libertad que tanto invocan en sus intentos golpistas? ¿Pueden llamarse progresistas, europeístas y partidarios de la igualdad semejantes sujetos?
La ley y las sentencias judiciales que de ella emanan están para cumplirlas o hacerlas cumplir. Europa tiene una función subsidiaria clarísima en este asunto. Máxime cuando se trata de una rebelión institucional de libro.
A los independentistas sólo les falta exhibir antorchas y cucuruchos, mode In Semana Santa.
Sánchez tiene la suprema responsabilidad en ello. Un jefe de Gobierno que presume de cumplir la Constitución y la Ley de pe a pa, no puede mirar hacia otro lado ante un asunto que no admite componendas, incluso cuando se trata de sus socios de preferencia.
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